A mi amigo Samuel mago del color,
con mucho amor.
Pintura: Samuel Tutusaus www.pinturacurativa.blogspot.com
Una vez fui pez de fuego, jugaba con los corales y las algas como si de una fiesta se tratara.
Bailaba en un universo de sal como de estrellas, y sentir el agua en mi piel mientras daba piruetas y movía mis aletas era un fresco placer.
Cuando había corrientes marinas aprovechaba a dejarme llevar por la buena certeza, todos nos movíamos a gran velocidad, como si fuese un tobogán interminable, era un transporte gratuito que nos daba la mirífica mamá del agua. Cambiábamos de mares templados a fríos para alimentarnos del plancton. No había de qué preocuparse, pues teníamos todo a nuestra dispoición: unas aletas, un agua, un corazón acompasando las olas, una fiesta, un oxígeno y la madre misteriosa del agua.
A veces me acuerdo de cuando fui pez, y viene a mi ese amor en la música marina y mi universo vuelve a ser mar, con la certeza de una creatividad de paz.
7 comentarios:
Los que nacen oliendo a mar ya nunca olvidan su sabor :)
Feliz año Noelia.
Besos a montones
querida Noelia, bellísima entrada, el juego y danza de tus palabras me encantan.
tal como dices, Samuel es mago del color, sus obras son realmente maravillosas.
un abrazo muy fuerte!!
Venimos del agua, agua somos y al agua volvemos :)
Feliz año.
Besos!
Pintura curativa y juegos de paz, mensaje poético, palabras de amor...
que suene el violín!
¡¡Qué relato tan original Noelia!! Me ha encantado y me parece que tiene mucho poder terapéutico :)
Un abrazo
Sé de lo que hablas.Y sonrío.
Un abrazo de este pez.
Y lo volverás a ser, un delfín precioso.
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