Mariposas sangrientas

Dejaré de llamarte, de reclamarte
Dejaré ir mis mariposas sangrientas
aletear su dulce belleza
para darte besos
en otro lugares
donde tu correspondencia
me anhela.

Me convertiré en melodías
de claro de luna
y desearás acompañarme
en otro mundo
donde me abrirás camino
sin ir conmigo.

Así aprenderé a escucharme
en el hermoso conflicto
que me brindas
renaciendo
distinta
armonías del cielo
una y otra vez.

El piano

Cuando tus dedos me pulsan
mi escalera de marfil,
la blanca y negra melodía
son hilos de oro sutil.

Arpegios de alegría
canción al viento añil
alma en notas o armonía
tu voz aguda reviví.