Los músicos construyen dando su vida a la belleza del tiempo.
Los sonidos se recogen despacio en sus corazones,
y ellos los tocan haciendolos brillantes,
como la serenidad de las estrellas,
y se van escuchando poco a poco en el espacio
agrandando la luz en el silencio, coloreando.
Sus dedos, a cambio, son besados por ángeles pequeños
que llevan las notas de la armonía de aire
que nacen del cariño protector del Universo
y les ayudan a dormir a las bestias con la ternura
que aflota de su amor por la eternidad.
6 comentarios:
Como amo la música. Notas felices para ti y besos eternos
Ufff que sublime. Que forma de encontrar cuerpo de luz a cuestiones de suyo complicadas.
Abrazos
Qué sería la vida sin música. Yo creo que sería un gris parco, todo monocorde, sin risas, y con la vista colgada en la esquina de la pared.
Uf
Beso!
Pd: pero ahora, con lo leído y la música fuerte, me siento a dos centímetros del suelo, aunque sea un ratito.
Dani: me alegra que ames la música, yo también la amo, e intento sentirla más cada vez.
Besos eternos a ti también.
Gab: gracias, no es para tanto, lo sublime es escucharlo :) y si lo escuchas es que tú eres sublime.
Abrazos.
Manu: desde luego, ¿qué sería de la vida sin música? eso mismo lleva a hacer musica ¿no crees? ya hay un motivo.
Y ya bailas más de un instante. :)
Besos majo.
Cómo se trasmite la belleza y el poder de la música en estas deliciosas palabras...
El tiempo en la música, ese instante de vacío, es como lo inexpresable que da forma a lo expresable.
Tus escritos a veces son juguetones, y otras hacen pensar...
Besos musicales.
Publicar un comentario