Tengo en el alma un deseo
de calma
y de bruma,
se lo cuento al viento
y se hace silencio,
se lo susurro al río
y no paran los surcos
se lo digo al Sol
y responde de resplandor,
se lo canto al árbol
y sigue quieto en el campo,
se lo comento a la nube
y hace que sube, sube...
Tengo en el alma un deseo,
quiero ser garza
y alzarme en el vuelo.
4 comentarios:
Es muy original la idea de este poema, lo hace dinámico, muy atractivo: tu deseo de alzarte, de pureza y calma compartido con los elementos de la naturaleza y su particular, bella y misteriosa respuesta. También es muy hermosa la sencillez y franqueza de los versos. Son muy valiosas tu espontaneidad y frescura ( ya me hubiera gustado a mí escribir como tú a tu edad...)
Gracias, gracias, por tus comentarios en mi blog. Es maravilloso descubrir personas con esa sensibilidad que tienes, y saber que mi sentir puede ser compartido, me encanta, y me anima muchísimo.
Un abrazo, amiga.
Muy amenas las sensaciones mezcladas con la naturaleza.
El final no lo esperaba, pero termina relajando más. Ese deseo de volar, que a muchos nos daría ganas de poder llevar a cabo, aunque sea cinco minutos.
Besos!!
Volarela:
Gracias a ti también, me alegra mucho que te animen mis comentarios, y es cierto que todos tus poemas tienen una especial ternura y visión profunda de la vida y su maravilla.
A mi también me animan tus comentarios y me inspiran.
Abrazos!:)
Manu:
Jeje, si el final lo quería hacer inesperado, me alegra que se perciba así.
Pues nada, a volar como garzas!
Besos.
qué dulzura...
vengo a presentarme, soy una vecina del Museo de la Luna, y me alegro de tu llegada...una dulce poeta entre nosotros
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