Hay en mi cabeza
una araña que no deja
de tejer una anestesia,
sus hilos parlantes
rizan las orejas
las seduce y desalienta,
con el ruido las encrespa,
las sienes se acuestan
y el corazón se aleja.
En la cabeza hay una guerra
un silencio que trepa
se diluye plañido en las venas,
un sueño en deshacer las rejas
y limpiar las pueriles quejas,
que las densidades se despejan
con la herida en glucosa ría
un rayo dulce de abejas
abre las entrañas y despeja
a las arañas de la cabeza,
que no dañan más la alegría
que se elabora silenciosa
en la esperanza sentida.
4 comentarios:
"Joer" Noélia, como es posible que siempre consigas ir a más.
Es sensacional!!
Besos voladores
Magnífico poema Noelia. Por cierto, me encanta la miel.
Y aunque es complicada labor, la razón y el co-razón no deberían estar en guerra, sino en paz.
Besos :)
Qué ingenioso poema: las abejas echando musicalmente a las arañas... de la enmarañada cabeza. ¡Muy bueno!
Fuerte beso.
"...tejer una anestesia" tan necesaria como imprescindible para sobrevivir, pero que no será eterna, porque nuestra propia condición nos guía a la alegría que despierta una nueva esperanza. O la esperanza en sí misma.
Determinación de: no me quedaré anestesiada. Bien!
Tejiendo caminos.
Un abrazo.
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