A mi tía Juaquina
El Sol adora silencioso,
la aceituna de los olivos
cargados, como de amor,
en un abrazo que se expande
el aroma de ambos
mecidos en unión con el viento,
los sentidos laten correspondidos
desde la raíz al cielo,
aleteando de verde música
los campos agradecidos
como del agua que el Sol levanta
y cuida de caer en los olivos.
3 comentarios:
Créeme si te digo que he volado por encima de esos olivos y que su olor se siente desde la nube once a la derecha ;)
Besos bonitos
Esa imagen me hizo recordar ciertos sueños donde todo es posible y puedes ver con ayuda de tu poema esos olivos cargados aleteando de verde.
Fantastico.
Un abrazo
Me hiciste relajar (tanto), que me dieron unas ganas terribles de dormir una siesta bajo la sombra cordobeza, en total armonia.
Beso!!
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