miércoles, 9 de diciembre de 2009

violin de vainilla

la herradura cerrada
la medusa helada
el violín de vainilla
con sus rayos de anillas
con su canto
atraviesa el encanto de la suerte
que vive en el calor de las visceras

los vestidos blancos
con sabor a hierro
del sudor fiero
dentro del mar
las entrañas se evaporan
como niebla mañana
siendo todo sin ser
avandonada al calor de vainilla

1 comentario:

mariposa blanca dijo...

Me dejó una extraña sensación de tristeza este poema tan surrealista.
Que el año que se acerca te traiga mucha alegría, poeta, violines brillantes de vainilla y clarines de naranja. ¡Y a amasar poesías!
(Yo estaré un tiempo alejada de la blogosfera).
Un abrazo.