El lloro no se seca
cuando riega los abrazos
que beben la luz
y abrillantan las piedras,
que tragamos sin querer,
un río lento de estrellas.
El lloro no se seca
si brota de una niña de seda,
gotas de mariposa
ríen la aspera sombra.
El lloro no se seca
cuando una madre de la tierra
vuelca sus volcanes
para que sus hijos beban.
El lloro se seca,
cuando un hombre embriagado
sin agua y sin pena,
hace llorar al planeta.
5 comentarios:
Pues habrña que ir pensando en dejar de cortar cebollas...
jajaj es broma, precioso.
Saludos y un abrazo.
Sí, el lloro de ese hombre es como la sequía, porque no es fecundo, nada en la tristeza y en el vacío. Me hizo pensar...
Un saludo cariñoso (gracias, y muchas, por tus comentarios, siempre tan profundos como tú eres).
y concluyo con firmeza que si!, que el lloro no se seca, que hay que dejarlo ser y fluir, porque siempre tiene una razón su existencia
...una existencia que tiene que manifestarse y no ocultarse.
Beso!
Impecable!!! Noe
Un llanto sin Alma
De seguro no moja.
Te envío mi abrazo.
Dani..
Me ha gustado mucho. Hay veces que las lágrimas son la única forma de lavar los ojos... y así aclarar la vista, y volver a empezar, qué remedio, día tras día.
Acabo de descubrir tu blog, me ha gustado y volveré.
Un abrazo.
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